Diablos hice: RELOADED

¡¡¡¿Qué diablos hice?!!!

Será que me arrepiento de todas y cada una de las decisiones que tomo, porque esto me pasa muy seguido.
Les cuento ahora mismo que nueva y consagrada taradez que hice:

Renuncié.

Sí, ya renuncié. Bueno, oficialmente no. Porque inventé un pretexto medio extraño sobre problemas familiares para justificar que ya no puedo ir a trabajar; y me dijo el jefe, con quien hablé por teléfono porque no tuve valor de hacerlo en persona, que me esperaban a que yo resolviera mi problema y que luego les avisara si podía continuar. Obviamente que le voy a decir que no puedo seguir, pero... no sé... me duele la conciencia.

Si hubieran sido unos monstruos explotadores, hubiera sido fácil renunciar.
Si las personas con las que trabajé me hubieran caído mal, irme hubiera sido sencillo.
Si no me pagaran tan bién y si no hubiera posibilidades de viajar, no me habría costado trabajo abandonarlo.
Y si... y si el chavo ese no me hubiera sonreido así, no me hubiera arrepentido de alejarme.

Pero ya me fui.

No podía seguir. Lo que no soporte, fue mi frsutración, a mi conciencia atormentándome porque no sabía como hacer las cosas. Les decía en un post anterior que el programa que utilizaba me hacía sentir especialmente desesperado, y es que tengo que programar sobre algo que no sé y donde la documentación es tan vaga y general que resulta inútil leerla.

Fue una decisión muy impulsiva, lo admito. No la pensé mucho, solo decidí que ya no quería ir el día siguiente. Fue el miércoles en la noche; el jueves solo fui a entregar mi equipo; y el viernes llamé por teléfono al jefe.

Ojalá hubiera tenido un verdadero motivo para dejar el trabajo.

En fin, lo hecho, hecho está.